La diversidad cromática del granito se adapta a todos los gustos

El granito tiene una gran diversidad de colores y matices que le dan mucho juego para la combinación de estilos y diseños. Los más utilizados suelen ser los blancos, rosados, negros, grisáceos y rojos.

Granito blanco. Aporta luminosidad, pureza, sensación de amplitud y además es altamente combinable con el resto de materiales que conforman la obra. Aparte, no acaba de ser un blanco puro, ya que al estar salpicado por partículas de mica negra, dependiendo de la cantidad, se ve roto o grisáceo y este manchado de puntitos contribuye a darle un toque de uniformidad.

Granto rosado. Este color se debe a las incrustaciones de ortosa. El rosa le da un aspecto delicado y aporta calidez a los lugares donde se instala. Es uno de los más utilizados porque suele dar un plus de belleza y decoración en los hogares.

Granito negro. El negro es un color de distinción y elegancia, pero ha de ser utilizado en espacios amplios y luminosos para que quede bien. Además, esta tipología muestra la textura y el contraste de los minerales que forman la pieza y le ofrecen matices muy interesantes de blancos y grises.

Granito gris. Igual como el blanco, este color suele traer luminosidad y frescura al ambiente. Tiende a ser el color que más abunda entre las piezas de granito. Dependiendo de si tiene un matiz más claro o más oscuro, podrá usarse en espacios más amplios o más cerrados.

Granito rojo. Es un color intenso que da vitalidad y calidez. También, este color suele tener una distribución de la mica en forma de ondas, que le da sensación de movimiento y dinamismo, siendo el más original de los granitos que podemos encontrar.