Según qué materiales compongan cada pieza de mármol, puede tener un sinfín de tonalidades y de colores que podemos utilizar para mejorar el ambiente en cada estancia
Según qué color de mármol elijamos, conseguiremos dar un efecto u otro. Existen infinidad de variantes y colores del mármol que permiten personalizar y potenciar el ambiente más adecuado en cada estancia.
Mármol blanco. Este color se suele utilizar para aportar luminosidad a las estancias y crear sensación de amplitud. Además muchas veces lo vemos colocado en encimeras de cocina y de lavabo, ya que da sensación de pureza y de higiene, algo muy interesante en estos casos.
Mármol crema. Al ser un tono cálido, este color da una sensación acogedora a las habitaciones. Si elegimos este color en lugares fríos mejoraremos la sensación de calidez y tranquilidad al entrar.
Mármol negro. Aunque resta mucha luz, el color negro se asocia con la elegancia y el lujo. Este tono se podrá usar sin reparo en lugares amplios y luminosos, consiguiendo llenar el ambiente de un aire de distinción.
Mármol rojo. Se acostumbra a utilizar para revestir exteriores, ya que este tipo de mármol es más resistente. Aunque si lo que necesitas son estancias que emanen una combinación de elegancia con sensualidad, este es el color que debes elegir.
Mármol rosa. La delicadeza y la suavidad vienen de la mano de este color. Puedes utilizarlo en aquellos lugares donde quieras conseguir una sensación dulce y tierna, como en habitaciones infantiles o salas para encuentros familiares.
Mármol amarillo. Es un color chillón y alegre, se puede utilizar en lugares donde haya mucha actividad o donde se quiera animar el ambiente. Se puede colocar en bares, pubs, salas de fiestas, etc.
Mármol marrón. Este tipo suele verse instalado en despachos o salas de reuniones, aporta elegancia, seguridad y tranquilidad. No se trata de un color alegre y luminoso, así que también se recomienda utilizar en habitaciones luminosas y amplias.